La filosofía Medieval

Durante la Edad Media la filosofía bebió del cristianismo, por el que explicaba la existencia y los fenómenos del mundo que les rodeaba. La Verdad era buscada en la Biblia, libro de máxima sabiduría junto a Los Evangelios, según los cuales Dios creó el mundo y a todas las personas. El cristianismo se convertirá, además de en una religión, en una solución para dilucidar las cuestiones más comunes en la época, cambiando el paradigma que había imperado en la filosofía de la etapa anterior, la helénica…

La filosofía Medieval

De la Edad Medieval hemos conservado magníficas obras filosóficas que han servido no sólo como base sino también como inspiración a multitud de estudiosos en etapas posteriores. Son conocidas las interpretaciones que hacen de los anteriores y las que los nuevos hacen de ellos. Recuperaron a filósofos olvidados por siglos, colocándolos en el lugar que merecían.  La primera etapa en la filosofía medieval es aquella que corresponde a la articulación definitiva de los dogmas cristianos, su defensa ante otras religiones y a la iniciación a la humanidad en la Verdad de Cristo, la única posible. Estos primeros hombres fueron llamados Padres de la Iglesia y su estudio y difusión se denominó Patrística a manos de autores como Hipólito de Antioquia o de San Agustín.

Si atendemos al segundo, encontraremos sus teorías encuadradas en lo que se ha dado en llamar neoplatonismo y es que a él corresponde una reinterpretación de Platón bajo un tinte cristiano, Agustín, 354-430, es el último gran filósofo de la antigüedad y principio de la modernidad, el límite entre dos formas de entender y pensar la filosofía. Se presenta como un buscador afanoso de la Verdad que hace del Saber una cuestión de vida o muerte y ello lo consigue al describir, según sus escritos, la profunda vena religiosa de Platón resumida así: no hay posibilidad de conocer sin amar porque el conocimiento es amor y sólo amando, llegando a Dios, conocemos con certeza. Todo conocimiento de Verdad se conoce a través de la luz de Dios.  A través de la Patrística, del estudio de los padres, San Agustín recibe la oportunidad de solucionar el problema de Fe y Razón aunque no parte de distinguir entre la religión y la filosofía sino que considera a las dos como soluciones equivalentes para una necesidad vital del hombre que es la posesión de la Verdad. San Agustín los identificó sin confundirlas, sabía que la razón religiosa se alcanza con la Fe y la razón de la filosofía se alcanza con la razón.

La segunda etapa en la filosofía medieval, la Escolástica, surgirá a partir del siglo XIII. Dicha centuria se convertirá en el de la metafísica, consecuencia del conocimiento de Aristóteles y del neoplatonismo greco-árabe cuyo objetivo principal es descubrir las causas profundas o esenciales y después practicar a partir de ellas el método científico por excelencia con la reinterpretación de Aristóteles, gracias a nuevas traducciones que se realizan en las Escuelas y Universidades entre las que destacaremos la Escuela de Traductores de Toledo. En estos espacios, surgidos todos en tiempos del Medievo, se va a cultivar un saber principalmente teológico y filosófico por el que a través de la ciencia de Aristóteles, se intentará explicar la existencia sobrenatural de Dios. A pesar de que la Escolástica es principalmente teología, es esencialmente filosofía. Así los dice dirá Julián Marías: la Escolástica trata problemas filosóficos que surgen con ocasión de cuestiones religiosas y teológicas. El máximo representante en nuestro país será Averroes quien se afana por una interpretación literal del filósofo griego, afirmando la existencia de la Doble Verdad, representada en la religión y la filosofía. Averroes, cordobés, ha obtenido el reconocimiento por ser el filósofo que consagró el triunfo de Aristóteles entre los árabes, a quien procesa una profunda admiración, como lo demuestran sus tres obras en las que comenta los libros del griego, ejerciendo una influencia profunda entre los latinos. Lejos de nuestras fronteras encontramos a Santo Tomás de Aquino quien desarrolló una teoría que conjugaba las posibilidades del cristianismo con las ideas aristotélicas, que con el tiempo se convertirán en las ideas oficiales del catolicismo.

Los tres grandes problemas de la filosofía medieval lo constituyeron «Dios», «Relaciones entre Fe y Razón» y «Los Universales». La primera de las cuestiones, la referida a Dios, plantea en los filósofos medievales la necesidad de explicar mediante métodos científicos la existencia del mismo siendo no sólo cuestión de fe sino también de ciencia.  La segunda, va a ser respondida a través de una unión entre ambas que, según los autores de este tiempo, no son incompatibles sino, muy al contrario, se convertirán en conceptos complementarios. Dentro de este segundo punto encontramos tres posturas que corresponden a tres autores a los que ya hemos hecho referencia, muy diferentes entre sí: aquella defendida principalmente por San Agustín en la que sólo existe una Verdad que es dada a través de la confluencia de ambas corrientes. La segunda de ellas es la defendida por Averroes, llamada de la Doble Verdad ya que bajo su punto de vista ambas fuentes son independientes y por tanto independientes van a ser sus resultados aunque confluyan en un punto común. La postura de la autonomía armónica fue defendida por San Tomás quien pensaba que ambas, religión y fe, comparten verdades que pueden ser explicadas sin la necesidad de la otra. Los «universales son, atendiendo a la tercera de las cuestiones, los problemas más debatidos por los filósofos medievales, consistentes en decidir si las ideas más generales y abstractas poseen existencia separada e independiente del entendimiento humano o son sólo nombres, definiciones. A esta cuestión encontramos tres respuestas distintas en la Edad Media que se repetirán en otras etapas y corrientes filosóficas desde diversos puntos de vista, la realizada por Roscelino de Compiègne, por Guillermo de Champeaux y por Pedro Abelardo.

Enlace directo :  René Descartes

 

La Factoria Historica

3 comentarios en “La filosofía Medieval

  1. LA PAIDEIA GRIEGA DE CRISTO: La semana santa es tiempo de recogimiento, meditación, ejercicios espirituales y rectificación: La paideia griega tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad) y la sabiduría (cuidado de la verdad), mediante la práctica continua de ejercicios espirituales (cultivo de sí), a fin de prevenir y curar las enfermedades del alma. El educador, utilizando el discurso filosófico y la discusión de casos y ejemplos prácticos, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos) __La vida, ejemplo y enseñanzas de Cristo coincide cien por ciento con el currículo y objetivo de la filosofía griega. Y por su autentico valor pedagógico, el apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo (posteriormente enriquecida por San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría, con el currículo y la metodología de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,), a fin de alcanzar la trascendencia humana (patente en Cristo) y la sociedad perfecta (Reino de Dios). Meta que no se ha logrado debido que la teología judeo cristiana fruto de la unión de la paideia de Cristo con Antiguo Testamento, al apartar la fe de la razón, castra mentalmente a sus seguidores extraviándolos hacia la ecumene abrahámica que conduce al precipicio de la perdición eterna (muerte espiritual)__ Es tiempo de rectificar y retomar la paideia griega de Cristo, separando de nuestra fe el Antiguo Testamento y su teología fantástica que han impedido a los pueblos cristianos alcanzar la supra humanidad. Pierre Hadot: Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua. Editorial Siruela. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD

  2. BREVE CRÍTICA AL PROFETISMO JUDÍO DEL ANTIGUO TESTAMENTO: La relación entre la fe y la razón expuesta parabolicamente por Cristo al ciego de nacimiento (Juan IX, 39), nos enseña la necesidad del raciocinio para hacer juicio justo de nuestras creencias, a fin de disolver las falsas certezas de la fe que nos hacen ciegos a la verdad mediante el discernimiento de los textos bíblicos. Lo cual nos exige criticar el profetismo judío o revelación para indagar “si es verdad o es mentira” que los textos bíblicos son palabra de Dios. Enmarcado la crítica en el fenómeno espiritual de la trasformación humana y, las ciencias y técnicas que nos ayudan a desarrollarnos espiritualmente. Abordado por la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, conceptualizadas por los filósofos griegos y los místicos hindúes. Sabiduría védica instruida por Buda e ilustrada por Cristo, la cual concuerda con los planteamientos de la filosofía clásica y moderna, y las respuestas que la ciencia ha dado a los planteamientos trascendentales: (psicología, psicoterapia, logoterápia, desarrollo humano, etc.). Utilizando los principios universales del saber filosófico y espiritual como tabla rasa, a fin de deslindar y hacer objetivo lo “que es” o “no es” del mundo del espíritu. Método o criterio que nos ayuda a discernir objetivamente __la verdad o el error en los textos bíblicos analizando los diferentes aspectos y características que integran la triada preteológica: (la fenomenología, la explicación y la aplicación, del encuentro cercano escritos en los textos bíblicos). Vg: la conducta de los profetas mayores (Abraham y Moisés), no es la conducta de los místicos; la directriz del pensamiento de Abraham, es el deseo intenso de llegar a tener una descendencia numerosísima y llegar a ser un país rico como el de Ur, deseo intenso y obsesivo que es opuesto al despego de las cosas materiales que orienta a los místicos; es por ello, que la respuestas del dios de Abraham son alucinaciones contestatarias de los deseos del patriarca, y no tienen nada que ver con el mundo del espíritu. La directriz del pensamiento de Moisés, es la existencia de Israel entre la naciones a fin de llegar a ser la principal de todas, que es opuesta a la directriz de vida eterna o existencia después de la vida que orienta el pensamiento místico (Vg: la moradas celestiales, la salvación o perdición eterna a causa del bien o mal de nuestras obras en el juicio final de nuestra vida terrenal, abordadas por Cristo); el encuentro cercano descrito por Moisés en la zarza ardiente describe el fuego fatuo; el pie del rayo que pasa por el altar erigido por Moisés en el Monte Horeb, describe un fenómeno meteorológico; el pacto del Sinaí o mito fundacional de Israel como nación entre las naciones por voluntad divina a fin de santificar sus ancestros, su pueblo, su territorio, Jerusalén, el templo y la Torah; descripciones que no corresponden al encuentro cercano expresado por Cristo al experimentar la común unión: “El Padre y Yo, somos una misma cosa”, la cual coincide con la descrita por los místicos iluminados. Las leyes de la guerra dictadas por Moisés en el Deuteronomio causales del despojo, exterminio y sometimiento de las doce tribus cananeas y del actual genocidio del pueblo palestino, hacen evidente la ideología racista, criminal y genocida serial que sigue el pueblo judío desde tiempos bíblicos hasta hoy en día, conducta opuesta a la doctrina de la no violencia enseñada por Cristo __ Discernimiento que nos aporta las suficientes pruebas objetivas de juicio que nos dan la certeza que el profetismo judío o revelación bíblica, es un semillero del mal OPUESTO A LAS ENSEÑANZAS DE CRISTO, ya que en lugar de sanar y prevenir las enfermedades del alma para desarrollarnos espiritualmente, enerva a sus seguidores provocándoles: alucinaciones, estulticia, delirios, histeria y paranoia; propiciando la bibliolatría, el fanatismo, la intolerancia, el puritanismo hipócrita, el sectarismo, e impidiendo su desarrollo espiritual.

Deja un comentario