Masacre de Apalache

En 1703, el exgobernador Moore presentó a la asamblea de Carolina y al gobernador que le había sucedido, Nathaniel Johnson, un plan para una expedición contra los pueblos españoles de la provincia de Apalache. Pometió que a diferencia de la expedición a San Agustín, los colonos no pagarían por nada; esperaba recuperar los gastos consiguiendo un botín y esclavos. El 7 de septiembre de 1703, la asamblea de Carolina aprobó el plan y le pidió a Moore proceder «a la asistencia de los cowetaws y nuestros otros indios amigos y atacar a los apalaches». Después de reclutar a 50 colonos, viajó hacia el curso superior del río Ocmulgee, donde alistó 1000 indios creek para lusarlos en contra de sus enemigos tradicionales. El 25 de enero de 1704, la fuerza de Moore llegó a Ayubale, una de las comunidades misioneras más grandes de Apalache. Si bien la mayoría de los creek asaltaron los pueblos de los alrededores, Moore con la mayor parte de los blancos y 15 creek se dirigió hacia Ayubale alrededor de las 7:00 a. m. La única resistencia fue organizada por el padre Ángel Miranda, quien se refugió en el recinto de la iglesia de la ciudad, que estaba rodeado por un muro de barro. Con 26 hombres mantuvo a raya exitosamente a los ingleses durante nueve horas y solo se rindió, junto a sus hombres y 58 mujeres y niños, después de que se quedaran sin flechas. Según una versión española, Miranda y sus seguidores se sometieron a la misericordia de Moore. De acuerdo a esta versión, pero aparentemente no a otras, véase más adelante, fue asesinado de inmediato a sangre fría por los indios aliados de Moore y algunos de sus seguidores fueron torturados y asesinados…

 Masacre de Apalache

Los rumores del ataque llegaron a San Luis de Apalache, alrededor de 39 kilómetros al sur de Ayubale, donde el capitán Juan Ruiz de Mexía reunió una fuerza de 400 apalaches y 30 miembros de la caballería española. Esta fuerza alcanzó a Moore en Ayubale y fue derrotada de manera decisiva. Más de 200 apalaches fueron asesinados o capturados, tres españoles murieron y ocho fueron capturados, con Mexía entre ellos. Hay pruebas de que durante el encuentro, hasta 50 apalaches se unieron a los ingleses contra las fuerzas españolas. Moore consideró atacar el fuerte de San Luis, pero su fuerza había sufrido un importante número de heridos, por lo que se optó por un intento de extorsión. Algunos de los prisioneros españoles lograron escapar, por lo que liberó a Miranda, Mexía y otros para que fueran a San Luis, con la esperanza de que el comandante de la guarnición pagaría un rescate por los prisioneros.

File:ApalacheeRegion1733.jpg

Detalle de un mapa de 1733 que muestra la provincia de Apalache (aproximadamente el extremo oriental de la región que ahora se llama el panhandle de la Florida). Ayubale está señalado como «Ayavalla», la ubicación de muchas de las comunidades misioneras no se conoce con seguridad

Enlace directo: Historia de los Estados Unidos

Sin embargo, el comandante de la guarnición se negó a pagar. Después de la batalla en Ayubale, Moore siguió su marcha en Abosaya, al este de San Francisco de Potano.  James Moore no identificó por su nombre los lugares que destruyó. El historiador Mark Boyd analizó fuentes inglesas y españolas que documentan las misiones y los efectos de la incursión de Moore. De acuerdo a su análisis, las siguientes misiones son las que más probablemente fueron destruidas: La Concepción de Ayubale, San Francisco de Oconi, San Antonio de Bacqua, San Martín de Tomole, Santa Cruz y San Pedro de Alcántara de Ychuntafun. Las autoridades españolas en San Agustín y Pensacola movilizaron sus escasas fuerzas, pero no volvieron a Ayubale hasta después de que la fuerza de Moore claramente había dejado la zona. Enterraron a los cristianos muertos, muchos de los cuales se reportó que exhibían pruebas de tortura. A pesar de las pérdidas, no abandonaron o agruparon de inmediato las misiones hasta que se llevaron a cabo más incursiones, tras lo cual, los desmoralizados apalaches sobrevivientes insistieron en que se retiraban a Pensacola o se pasaban al lado inglés. A raíz de las incursiones de Moore se realizaron otros asaltos en el norte de Florida, ejecutados principalmente por los creek.

File:OcmulgeeRaid.JPG

El coronel Moore lleva a su grupo de ataque más allá del puesto comercial de Ocmulgee, imagen en exhibición en el Ocmulgee National Monument

Enlace directo: Independencia de los Estados Unidos

En agosto de 1704 los creek destruyeron las misiones yustacanas de San Pedro y San Mateo y un año más tarde atacaron a los apalaches en Abosaya. Al mes siguiente, nuevos ataques contra Abosaya persuadieron a los sobrevivientes a huir a San Agustín. En la primavera de 1706, los creek sitiaron San Francisco de Potano y atacaron el rancho La Chua cerca de Abosaya, lo que trajo como consecuencia que ambos fueran abandonados y Timucua quedó casi despoblada para mayo de 1706. De acuerdo con John Hamm, especialista en estudios apalaches, entre los ataques de Moore y estos últimos, 2000 indios se fueron al exilio y un número indeterminado fueron esclavizados. El gobernador francés de Mobile, Jean-Baptiste Le Moyne de Bienville, escribió que los ataques en la zona de Florida provocaron la muerte de 2000 apalaches y la captura de 32 españoles, 17 de los cuales fueron quemados vivos. A finales de 1706, la presencia española en la Florida se había reducido a San Agustín y Pensacola…[1]

La Factoria Historica


[1] La Guerra de la reina Ana (1702–1713) fue la segunda de una serie de cuatro guerras luchadas entre Francia y el Reino Unido en Norteamérica por el control del continente, y fue la contrapartida a la Guerra de Sucesión Española que tuvo lugar en Europa. Al inicio de la guerra, en 1702, los ingleses quemaron la mayor parte de San Agustín, Florida, obligando a su población a refugiarse en el castillo español de San Marcos que resistio el asedio, por lo cual los ingleses consideraron este inicio como una derrota. Los españoles mantuvieron San Agustín y Pensacola hasta el principios del siglo XIX tras finalizar la guerra, pero su sistema de misiones al norte de Florida (actual Georgia) fue destruido. La ayuda militar inglesa a los colonos fue bastante ineficaz en las áreas de Charleston, Carolina del Sur, y la frontera de Nueva York y Nueva Inglaterra con Canadá. Las fuerzas francesas y las tribus indígenas aliadas atacaron Nueva Inglaterra desde Canadá, destruyendo Deerfield, Massachusetts, en 1704. Los Apalachee, el dominio español y el catolicismo fueron borrados de Florida en lo que se conoce como la Masacre de Apalache. Tras la captura del bastión francés de Port Royal por Francis Nicholson en 1710, Acadia se convirtió en la provincia británica de Nueva Escocia. En 1712 se declaró un armisticio. Según el Tratado de Utrecht, los británicos obtuvieron Terranova, la región de la Bahía de Hudson, y la isla Caribeña de San Cristóbal. La paz duró hasta la siguiente guerra, la Guerra del rey Jorge de 1744. La conquista británica de Acadia traería importantes consecuencias para sus habitantes franceses. En 1755, durante la Guerra Franco-india, muchos serían expulsados de la colonia. Algunos emigraron a Luisiana. La Liga Iroquesa permaneció neutral en esta guerra. Las consecuencias de la masacre fueron: Muchos sobrevivientes huyeron hacia el oeste y se establecieron cerca del puesto de la avanzada colonial francesa en Mobile, mientras que otros terminaron cerca de San Agustín o Pensacola. Bienville informó que alrededor de 600 refugiados se asentaron cerca de Mobile. Los apalaches capturados por Moore fueron reasentados a lo largo del río Savannah o entre los creek en el río Ocmulgee. Los refugiados apalaches que se establecieron en estas áreas a menudo fueron hostigados por esclavistas; en algunos casos, los indios tomados como esclavos fueron liberados después de que se protestaba ante las autoridades de Carolina. Los españoles respondieron a los ataques fomentando las incursiones corsarias contra las plantaciones situadas en los litorales de Carolina. En los años siguientes, los colonos ingleses siguieron atacando los intereses españoles y franceses en la Florida y en las costas del golfo de México, pero nunca fueron capaces de capturar San Agustín, Pensacola o Mobile, los principales asentamientos españoles y franceses. Pensacola fue sitiada dos veces por las fuerzas creek en 1707, al parecer con el apoyo de los colonos ingleses. Los indios, abastecidos por los ingleses, también hicieron incursiones en territorios dominados por los franceses en el oeste, pero las intenciones de los ingleses de asaltar Mobile, nunca llegaron más allá de la etapa de planificación, si bien hubo una incursión en un pueblo indio cerca de Mobile en 1709

Deja un comentario