Historia de la Anorexia

A lo largo de la historia el sobrepeso ha sido considerado signo de salud, belleza y poder. Quizá porque sólo las clases altas se podían permitir comer suficientemente. En la antigüedad los banquetes donde se comía y bebía con exageración tenían un carácter sagrado y el vómito era un remedio usual para reiniciar la comida siendo un ejemplo el “vomitorum” de los romanos. El término anorexia significa literalmente falta de apetito. La restricción alimentaria se ha asociado a lo religioso. Los cristianos y los místicos han practicado el ayuno con frecuencia como penitencia y forma para lograr un estado espiritual más elevado. En este punto es difícil separar lo patológico de lo místico. Por ejemplo En el siglo IX un monje de Baviera relata el caso de una joven que tras un periodo de apetito voraz, rechaza todos los alimentos y vomita los lácteos que ingiere y al poco tiempo deja de comer por completo. Es llevada al Santuario de Santa Walpurgis donde es curado por monjas seguidoras de San Jerónimo que se imponían un ayuno voluntario hasta estar demasiado delgada milagrosamente….

Historia de la Anorexia

Desde la Edad Media existen antecedentes sobre la anorexia. La princesa Margarita de Hungría que murió de inanición intencionada es un ejemplo. Una monja carmelita que solo comió hostia de la Eucaristía desde los 7 años, quizá la más famosa anoréxica de la historia sea Santa Catalina de Siena, nacida en 1347. A los 7 años comienza a rechazar la comida y en la adolescencia sólo se alimenta de hierbas y pan. Ingresó en la orden de las Dominicas y fue consejera del Papa Gregorio XI en Avignon. Al sentirse fracasada en sus intentos de unificación del papado deja de alimentarse y muere. Existen otros relatos de historias que no tienen motivaciones religiosas. Por ejemplo Avicena en el siglo XI relata el caso del príncipe Hamadham que se estaba muriendo por no comer, preso de una gran melancolía. Esta parece ser la primera referencia a un caso de anorexia en un contexto médico, aunque sea secundaria a un cuadro depresivo. Sin embargo, las primeras referencias descritas en términos médicos aparecen en el siglo XVI. En esta época comienzan a aparecer datos sobre personas que presentan inanición, sus conductas restrictivas con la alimentación son vistas como anómalas, socialmente alteradas y sin justificación religiosa. Uno de los primeros casos por ejemplo es el recogido en México  el año 1613 en “The treasurie of Auncient and Moderne Times” donde cita el caso de Jane Balan de 14 años, de la que se decía que había estado 3 años sin comer ni beber. Durante este tiempo no menstruo, orinó ni defecó. El cuadro empezó en 1599 tras un periodo febril con vómitos, a continuación aparece un estado de mudez, y más adelante un episodio delirante donde existe parálisis de los miembros y no consiguen hacerla comer. Seis meses más tarde recupera el juicio pero sigue sin querer comer. En 1667 otro caso, Marthe Taylor que presenta un cuadro de inanición auto provocado. El cuadro se inicia a los 11 años cuando presenta una parálisis tras una caída. La parálisis se repite más tarde acompañada de melancolía y delirios. Se recupera y presenta una tos que le impide dormir y pasa las noches leyendo las Sagradas Escrituras. Presenta amenorrea, restringe la alimentación y vomita lo poco que come. Sobrevive un año con bebidas azucaradas y durante todo ese tiempo, la paciente no orinó ni defecó.

En 1689 aparece el libro de Richard MortonPhthisiologia, seu Exercitaciones de Phthisis”. El autor describe por primera vez el cuadro clínico de la anorexia nerviosa. Morton narra el caso de una paciente que afirma no tener apetito y sí gran energía. A los dos años de iniciarse el trastorno la paciente presenta un alto grado de caquexia, la actividad física e intelectual es intensa, carece de conciencia de enfermedad y no padece enfermedad física que justifique el cuadro. Abandona el tratamiento y muere a los tres meses. En los 200 años siguientes aparecen frecuentes referencias a cuadros anoréxicos que se catalogan como atrofia nerviosa o delirio hipocondríaco. En 1873 Gull en Londres y Lasségue en París hacen descripciones de cuadros anoréxicos y hablan de la histeria como causa del trastorno y la denominan anorexia histérica. Gull ya en esta época descartó la presencia de enfermedad orgánica que justificase la anorexia. Algo más tarde, en 1914, Simmonds describe la caquexia hipofisiaria y aparecen las teorías del origen panhipopituitario de la anorexia. Esta terapia se mantuvo hasta 1938 cuando Sheeham demostró que la AN es distinta de la caquexia hipofisiaria que es de origen isquémico. Sin embargo, hasta los años 50 se mantienen las hipótesis endocrinológicas para explicar el origen de la anorexia. El siguiente periodo corresponde a las hipótesis psicológicas encabezadas por el psicoanálisis. Según este marco teórico el trastorno se debía a una forma de neurosis relacionada con la pérdida de la líbido que se manifiesta a través de una conversión histérica. Desde los años sesenta se han incrementado los trabajos sobre anorexia con una visión más pragmática y heterodoxa del problema, considerando que en la génesis del trastorno pueden influir factores psicológicos, biológicos y sociales. Los actuales modelos de investigación indican que los modelos de tratamiento deben ser pluridisciplinares y deben abordar los tres núcleos conflictivos de la anorexia: peso, figura y pensamientos distorsionados. A partir de estos trabajos y los posteriores de Garner y Garfinkel en el año 1982 la Anorexia Nerviosa se define como un trastorno diferenciado de patogénesis compleja, con manifestaciones clínicas que son el resultado de múltiples factores predisponentes y desencadenantes. Los trastornos de la alimentación se conocen desde hace ya tiempo, sin embargo, en el mundo moderno actualmente han aumentado de manera considerable. Lo anterior se debe a los actuales dictámenes de la moda.

En el siglo XVI, la redondez de las mujeres en los cuadros de Rubens era considerada el ideal de belleza femenino. Sin embargo, en la actualidad este ideal está caracterizado por una figura sumamente delgada, lo cual ha esclavizado a las mujeres a buscar caer en un patrón que muy pocas pueden cumplir. Vestirse supone cada vez un mayor problema para miles de adolescentes y jóvenes. Los talles no son sólo más pequeños, de forma que el 40 de hoy equivale al 38 de hace pocos años, sino que muchas tiendas juveniles no ofrecen prendas más grandes. Las pasarelas de modelos son las que marcan la tendencia, pero el bombardeo de cuerpos extremadamente delgados también ha llegado a los dibujos animados.  La terrible consecuencia es que muchas jóvenes empiezan a enfermar en los probadores. La anorexia, que afecta a personas cada vez más jóvenes, empieza a tomar en diversos países tintes de epidemia…[1]

La Factoria Historica


[1] Brumberg, Joan Jacob. The Appetite as Voice. Food and Culture: A Reader. Ed. Carole Counihan. New York: Routledge, 1997.159-179; Manual de Psicopatología y Psiquiatría, 2ª edición, Dra. Elisa Norma Cortese, Universidad Abierta Interamericana, Argentina, Buenos Aires; Psicología anorexia y bulimia, trastornos de la conducta alimentaria, primera Edición, Gloria Serrato, Madrid, España, 2000.

Deja un comentario