Frankenstein

Durante el verano boreal de 1815, el año sin verano, el hemisferio norte soportó un largo y frío «invierno volcánico» debido a la erupción del volcán Tambora. Durante este terrible año, Mary Shelley y su marido Percy Bysshe Shelley hicieron una visita a su amigo Lord Byron que entonces residía en Villa Diodati, Suiza. Después de leer una antología alemana de historias de fantasmas, Byron retó a los Shelley y a su médico personal John Polidori a componer, cada uno, una historia de terror. De los cuatro, sólo Polidori completó la historia, pero Mary concibió una idea: esa idea fue el germen de la que es considerada la primera historia moderna de ciencia ficción y una excelente novela de terror gótico. Pocos días después tuvo una pesadilla o ensoñación y escribió lo que sería el cuarto capítulo del libro. Se basó en las conversaciones que mantenían con frecuencia Polidori y Percy Shelley respecto de las nuevas investigaciones sobre Luigi Galvani y de Erasmus Darwin que trataban sobre el poder de la electricidad para revivir cuerpos ya inertes. También es interesante señalar que Byron se las arregló para escribir un fragmento basado en las leyendas sobre vampiros que había oído durante sus viajes a través de los Balcanes. Polidori utilizó este fragmento para crear la novela El vampiro en 1819, que es también la primera referencia literaria de este subgénero del terror. Así que, en cierta manera, los temas de Frankenstein y el vampiro fueron creados más o menos en la misma circunstancia…

 Frankenstein

Para la consecución final de su obra Mary recurrió a su amado Percy para que le ayudara en sus errores gramaticales y en la fluidez del texto en 1817, en su estancia en Marlow. En 1831 Mary llegó a reescribir la obra entera, algo que ya tenía pensado desde 1818. Gracias al manuscrito original encontrado en la Biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford se pudo realizar la edición de la obra original, sin intervención de Percy Shelley, al que por otra parte habría que reconocer la coautoría de la edición de 1818. Por tanto tenemos tres ediciones de la obra: la original de 1817, la modificada de 1818 con la ayuda de Percy Shelley, y la reescrita en 1831. La edición original se muestra más descarnada y dura. Poco después de Frankenstein hubo varios relatos que utilizaban la inmortalidad como argumento, como el relato vampírico titulado El esqueleto del Conde o La amante vampiro, en donde el Conde revive a una fallecida muchacha utilizando la electricidad. Esta obra fue realizada por Elizabeth Caroline Grey, según investigaciones de Peter Haining.

Mary Shelley

Enlace directo: Arthur Conan Doyle

Respecto del personaje del doctor Frankenstein cabe señalar que una referencia fue el científico amateur Andrew Crosse. Mary Shelley conocía las actividades de Crosse, contemporáneo suyo, a través de un amigo común, el poeta Robert Southey. Andrew Crosse solía experimentar con cadáveres y electricidad, en aquel entonces una energía apenas estudiada y rodeada de un halo de misterio y omnipotencia. El 28 de diciembre de 1814 Mary asistió, junto a su esposo, a una conferencia del extravagante científico. En ella le conoció personalmente y extrajo muchos datos acerca de la forma en la que afirmaba crear vida a partir de la electricidad. En 1807, Crosse había empezado el experimento de creación de vida a partir de «electro-cristalización» de materia inanimada. El mismo año afirmó haber creado pequeñas criaturas en forma de insectos que lograban andar y desenvolverse por sí mismas: «el insecto perfecto, de pie sobre unas pocas cerdas que formaban su cola». El científico nunca llegó a explicar el supuesto fenómeno como así reconocería más adelante. En 1807 había consenso científico respecto a descartar la generación espontánea como origen de la vida, si bien la esterilización de las muestras no era una práctica extendida ni seguramente conocida por un experimentador sin formación. Muy probablemente Crosse sólo criara pequeños insectos a partir de huevos depositados en su «materia inanimada».

Frankenstein

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La dura oposición a Crosse no sólo fue científica sino religiosa y optó por retirarse a la soledad de su mansión de Fyne Court. Los estamentos eclesiásticos consideraron a Crosse un ser endemoniado. Se llegó al extremo de que el reverendo Philip Smith tuvo que celebrar una serie de exorcismos en todas las propiedades de Andrew Crosse, en sus equipos de trabajo y sobre su propia persona. Crosse se volvió huraño y desconfiado, aunque continuó investigando. Sin embargo el 26 de mayo de 1855 tuvo un ataque de parálisis del que nunca se recuperó. El 6 de julio del mismo año falleció. La mansión de Fyne Court fue pasto de las llamas, y con ellas se fueron el laboratorio y los archivos del hombre que afirmó haber creado vida…[1]

La Factoria Historica


[1] Víctor Frankenstein es el personaje principal de la novela Frankenstein, escrita por Mary Shelley en 1818. Víctor nace al final del siglo XVIII en la ciudad italiana de Nápoles, hijo de Alphonse Frankenstein, un influyente hombre político ginebrino, perteneciente a un rico y antiguo linaje nobiliario, y de Caroline Beaufort Frankenstein, la que murió por la escarlatina cuando él era joven. Víctor tiene dos hermanos pequeños: William, el más pequeño, fue asesinado por su creación, y Ernest, el mediano, quien quería unirse al Servicio de Extranjería como un “verdadero ginebrino”. Víctor se enamoró de su hermana adoptiva, Elizabeth Lavenza (en un texto de 1818 su prima biológica, hija de la hermana de su padre y de un noble italiano; en una revisión de 1831, una rubia nacida entre gitanos a quien su madre adoraba). Como cualquier joven, Frankenstein fue influenciado por alquimistas como Enrique Cornelio Agripa de Nettesheim, Paracelso, y Alberto Magno, con intenciones de descubrir el fabuloso “elixir de la vida”. Poco después, pierde el interés tanto de esta búsqueda como de la ciencia, en general, tras observar los restos de un árbol al ser golpeado por un relámpago. Sin embargo, en la Universidad de Ingolstadt, Frankenstein desarrolla una fuerte pasión por la química. Se obsesiona con la idea de crear la vida en materia inanimada por técnicas artificiales, con lo que abandonó la escuela para perseguir este objetivo durante los próximos dos años. Creó una criatura con aspecto humanoide, quizás cosiendo los pedazos de cadáveres humanos, quizás por el empleo de una sustancia química, o la combinación de ambas (él evita la pregunta tres veces cuando se le pregunta, aunque el hecho que él notó el relámpago que abate un árbol en su niñez sea una pista importante), Frankenstein finalmente lo trae a la vida sólo para ser rechazado y aterrorizado por su fealdad monstruosa. Él, tras su estrepitoso fracaso, abandona, y su creación escapa, desaparece y pronto emprende un viaje de venganza que causa las muertes de varios miembros de la familia Frankenstein y amigos. Frankenstein persigue “al demonio” (es como llama a su creación) hacia el Ártico con la intención de destruirlo; en última instancia falla en su misión, sin embargo, y después de contar la historia al capitán y a los exploradores del barco que le recogieron, muere. Su monstruo, tras descubrir la muerte de su creador, termina la novela vencido por el dolor y prometiendo acabar con su propia existencia. Mientras muchas adaptaciones posteriores (como la película de 1931 Frankenstein protagonizada por Boris Karloff) han retratado a Frankenstein como un loco (el prototipo de “científico loco”), la novela original de Shelley lo representa como un hombre trágicamente conducido por la ambición y la curiosidad científica, incapaz de tratar las consecuencias de sus acciones en “el juego de ser Dios”, o ser un irresponsable y negligente padre. Es importante anotar que Víctor no era “un Doctor”, ya que fue expulsado del colegio, como es típicamente retratado en adaptaciones, tampoco es “un Barón” y no le asignan ningún título como a su padre, aunque ellos sean claramente una familia rica. Aun así, mientras esto es una extensión para llamarle “doctor”, él puede ser considerado un Barón debido al estado de su familia, y la nacionalidad, aun cuando él nunca directamente sea mandado a por el título en la novela original. En la novela, Víctor promete a Walton tres veces que él explicará más tarde el proceso que utilizó para traer a su criatura a la vida, aun así nunca lo hace. Esto indica que él era deliberadamente callado sobre sus técnicas empleadas para lograr su obra maestra, más que la carencia de Shelley en conocimiento de trabajo de laboratorio. Nuestra pista al empleo de relámpago es la mención de Frankenstein de un árbol siendo golpeado por el relámpago en el momento de la muerte de su madre, un detalle que él le da una importancia excesiva.

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