Noli me tangere

Noli me tangere es uno de los cuadros más conocidos del pintor italiano Antonio Allegri da Correggio. Está realizado en óleo sobre tabla, y fue pintado hacia 1518, encontrándose actualmente en el Museo del Prado, Madrid. Es una obra realizada por Correggio en la fase intermedia de su carrera. Fue regalada a Felipe IV por el príncipe Ludovisi. Ya Giorgio Vasari la menciona formando parte de la colección de la casa Ercolani, en Bolonia. Ingresó en el Museo del Prado en 1839. Es un cuadro «noblemente patético, con su sentido lírico y sensual, que anima la figura de la Magdalena y las sinuosidades de los pliegues, y que trasciende en la sutil vibración cromática del fondo del paisaje, bañado en una luz apenas matutina» (M. Oliver). Cristo, con los pies cruzados en posición de inestabilidad, gesticula con los brazos y las manos, en una postura dinámica y estática a la vez. La Magdalena, por su parte, aparece dibujada con expresión de ardiente misticismo; sus labios se abren de manera ambigua, fijando intensamente su mirada en Cristo. Mientras, su cuerpo se estremece al oír las palabras «No me toques», de boca del Resucitado…

 Noli me tangere

La postura arrodillada y el rostro en escorzo forman el inicio de una diagonal que se prolonga en los brazos de Cristo, anticipando las dos figuras las composiciones diagonales típicas del Barroco. La cabellera suelta de la santa es un atributo típico de sus representaciones, en alusión al episodio evangélico en el que derrama lágrimas sobre los pies de Jesús y después los seca con su pelo. Mención aparte merece el paisaje, casi romántico, donde los verdes densos viran en la lejanía transformándose en azules compactos. Es de una gran sensibilidad la captación de la luz matutina reflejada en el cielo. Noli me tangere es una frase en latín que significa No me toques. Es una expresión que se atribuye a Jesucristo, que se la habría dicho a María Magdalena después de resucitar y al volverse ella hacia él y llamarle maestro, según el Evangelio de Juan, 20, 17: Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»

File:Correggio Noli Me Tangere.jpg

Noli me tangere

Enlace directo: La Asunción de la Virgen

Este episodio de la Resurrección de Jesús fue tema recurrente en la iconografía tardomedieval y el Renacimiento e inspiró a varios pintores, entre ellos, Duccio di Buoninsegna o Paolo Veronese en Italia, y Hans Memling o Hans Holbein el Joven en el área flamenca y alemana. La pintura de Correggio fue famosa desde su llegada a España, y Alonso Cano realizó una interpretación libre de la misma que se conserva actualmente en el Museo de Bellas Artes de Budapest…[1]

La Factoria Historica


[1]  Los datos conocidos de Antonio Allegri da Correggio son escasos. Nació en Correggio. Empezó a pintar allí y en Mantua, donde trabajaba Andrea Mantegna, que fue su principal influencia de juventud. Fue influido también por Lorenzo Costa el Viejo y Leonardo da Vinci. Estuvo en Roma entre 1517 y 1520, época en la que adquirió un clasicismo naturalista al contacto con Rafael y Miguel Ángel. Su gran admiración por el primero ha hecho que se le atribuya la frase (seguramente apócrifa) de Anch’io sono pittore! (¡También yo soy pintor!) Hacia 1530 estuvo al servicio de Federico II Gonzaga, duque de Mantua. Pintó una célebre serie de cuatro lienzos de mitologías para el Palazzo Tè. Recibe la influencia de Melozzo da Forlì. Es comúnmente considerado como pionero del uso de la luz. Consigue sensación de ingravidez. De gran sensibilidad y delicadeza, pinta a niños, adolescentes y figuras femeninas suaves y de blanda sensualidad. Comienza como un renacentista clásico, posteriormente recibe la influencia manierista y acaba, por su dinamismo y profundidad espacial, anticipando el barroco. En su madurez, su estilo es noble y equilibrado, con sombras transparentes y diseño fluido. En relación a su muerte, cuenta Giorgio Vasari que Antonio da Correggio se había vuelto muy pobre y deseaba satisfacer las necesidades más básicas de su familia, así se dice que una vez en Parma le hicieron un pago de sesenta escudos de a cuatro, y él queriéndolos llevar a su familia en Correggio fue cargando con ellos e hizo el camino a pie, soportando mucho calor, llegándose a abrasar y bebiendo el agua que podía para recuperarse. Por ese penoso viaje cayó en cama con una gran fiebre, y no volviéndose a poder levantar murío con una edad próxima a los 40 años. Un cuadro de 1834 del pintor francés Octave Tassaert La Mort du Correggio representa la muerte de Antonio da Correggio. El cuadro fue expuesto en 1834, en el Salón de París donde fue comprado por el Duque de Orleans, actualmente está en el Hermitage, San Petersburgo. La vida y trabajos del pintor Correggio son descritos en las Vidas de Giorgio Vasari.

Deja un comentario